Se vuelve a una crianza más respetuosa con los niños
Rosa Jové, Psicopediatra y monitora de lactancia, con tres de los asistentes a su charla.
Las IV Jornadas sobre Lactancia Materna contaron también con Asunción Azofra, matrona del Hospital de Laredo, que trató la importancia de la primera hora tras el parto. Además, se presentó un vídeo de la Asociación 'La Buena Leche'.
«Se está volviendo a una crianza más respetuosa con los niños, claramente». Así lo explicó en Santander la psicopediatra catalana Rosa Jové, invitada por la asociación cántabra 'La buena leche' a impartir dos conferencias, una de ellas sobre el sueño infantil, su especialidad. Jové es autora de 'Dormir sin lágrimas', un libro que rebate las tesis de otro médico -el doctor Estivill- cuyo método ha sido empleado por miles de padres para hacer conciliar el sueño a sus hijos.-Defiende en su obra que el abandono del niño en su cama dejándole llorar no es nada correcto.-Efectivamente, no es lo correcto. Le crea secuelas al niño y, aunque no se las creara, no es la forma de tratarle. Es un trato vejatorio. ¿Alguien dejaría en su habitación, tras unos gritos y bajo amenaza a una persona mayor? Entonces, ¿por qué se lo hacemos a un niño? Si un bebé (o no tan bebé) llora por la noche, hay un problema. Lo que pasa es que los padres son egoístas y les es más fácil pensar que el niño 'se las sabe todas'. De hecho, mientras las madres están de baja maternal, no hay tanta obsesión por que el recién nacido duerma de un tirón. Es a los seis meses (con la madre que ha vuelto al trabajo) cuando la noche del niño se hace tan importante.-¿Y cómo descubrir dónde está el problema del pequeño?-Lo primero es hacer un registro del sueño y ver si duerme las horas adecuadas a su edad. Pero existen familias que quieren acostar a sus hijos a las ocho de la noche y que no se muevan hasta las nueve de la mañana. Y, a ser posible, una siesta de tres horas. Pues no, no es así. Los bebés duermen entre 12 y 16 horas y ambas cosas son normales. A partir de los cinco años, sólo necesitan las ocho horas de un adulto. No hay que empeñarse en más. Tampoco es normal dormir 'de un tirón', ni siquiera para los mayores. Esto, que es lo habitual, es visto por algunos como 'mala fe' por parte de la pobre criatura. Esta 'maldad' de los niños (el pensar que nos toma el pelo etc.) es lo que sirve de justificación a algunos padres para este 'maltrato'.-Usted es firme defensora de dejar un tiempo a los niños en la habitación de los padres, algo que no se suele recomendar en el sistema sanitario -Es que el 80% de la población mundial duerme con sus hijos hasta que tienen dos, tres o cuatro años. Y no hablamos de sociedades primitivas. En Japón, los niños duermen en la habitación con sus padres, lo mismo que en Noruega, donde tienen la cultura, incluso, de compartir cama con los críos hasta que tienen más o menos un año. Está demostrado, además, que en estos países se padece mucho menos insomnio, tanto infantil como adulto. No como aquí, que todos tenemos problemas para dormir.-¿Tiene algo que ver la rapidez con que se vive con las alteraciones del sueño en la infancia?-Mucho, muchísimo. La prisa y los niños nunca han hecho buena pareja. Los niños necesitan otro ritmo y es fundamental ver que el suyo no es el nuestro. Ellos requieren espacio y tiempo, abrazos y esto está muy reñido con las ocupaciones de los padres, que van siempre a la carrera. Por eso se está pidiendo ahora los seis meses de baja maternal, para que las familias tengan más respiro.-¿Ve en su consulta muchos casos complicados debido al sueño?-Algunos terribles, sí. Por ejemplo, el de una niña adoptada, asiática, al que le aplicaron el método de dejarla sola y a oscuras para que 'aprendiera' a dormir. La pequeña perdió el habla durante seis meses, del terror que debía pasar por las noches, en otro país, con padres nuevos. Esto no hubiera pasado si hubieran dormido con ella. Los niños saben dormir, no hay que enseñarles. De hecho, ya lo hacen en el seno materno. Lo que no hacen es dormir cuando y dónde les interesa a los padres.-¿Cuál es el consejo que más le solicitan?-No hay uno concreto. Las familias lo único que quieren es que les digas que no hacen mal las cosas. Cuando se les dan unas pautas, las siguen bien. Se nota un gran interés, en los últimos años, por volver a una crianza más respetuosa. Es un movimiento global: más padres con los críos colgados del pecho, más concienciados por el buen trato. Esto no tiene por qué estar ligado a una vuelta al hogar de las mujeres.
«Se está volviendo a una crianza más respetuosa con los niños, claramente». Así lo explicó en Santander la psicopediatra catalana Rosa Jové, invitada por la asociación cántabra 'La buena leche' a impartir dos conferencias, una de ellas sobre el sueño infantil, su especialidad. Jové es autora de 'Dormir sin lágrimas', un libro que rebate las tesis de otro médico -el doctor Estivill- cuyo método ha sido empleado por miles de padres para hacer conciliar el sueño a sus hijos.-Defiende en su obra que el abandono del niño en su cama dejándole llorar no es nada correcto.-Efectivamente, no es lo correcto. Le crea secuelas al niño y, aunque no se las creara, no es la forma de tratarle. Es un trato vejatorio. ¿Alguien dejaría en su habitación, tras unos gritos y bajo amenaza a una persona mayor? Entonces, ¿por qué se lo hacemos a un niño? Si un bebé (o no tan bebé) llora por la noche, hay un problema. Lo que pasa es que los padres son egoístas y les es más fácil pensar que el niño 'se las sabe todas'. De hecho, mientras las madres están de baja maternal, no hay tanta obsesión por que el recién nacido duerma de un tirón. Es a los seis meses (con la madre que ha vuelto al trabajo) cuando la noche del niño se hace tan importante.-¿Y cómo descubrir dónde está el problema del pequeño?-Lo primero es hacer un registro del sueño y ver si duerme las horas adecuadas a su edad. Pero existen familias que quieren acostar a sus hijos a las ocho de la noche y que no se muevan hasta las nueve de la mañana. Y, a ser posible, una siesta de tres horas. Pues no, no es así. Los bebés duermen entre 12 y 16 horas y ambas cosas son normales. A partir de los cinco años, sólo necesitan las ocho horas de un adulto. No hay que empeñarse en más. Tampoco es normal dormir 'de un tirón', ni siquiera para los mayores. Esto, que es lo habitual, es visto por algunos como 'mala fe' por parte de la pobre criatura. Esta 'maldad' de los niños (el pensar que nos toma el pelo etc.) es lo que sirve de justificación a algunos padres para este 'maltrato'.-Usted es firme defensora de dejar un tiempo a los niños en la habitación de los padres, algo que no se suele recomendar en el sistema sanitario -Es que el 80% de la población mundial duerme con sus hijos hasta que tienen dos, tres o cuatro años. Y no hablamos de sociedades primitivas. En Japón, los niños duermen en la habitación con sus padres, lo mismo que en Noruega, donde tienen la cultura, incluso, de compartir cama con los críos hasta que tienen más o menos un año. Está demostrado, además, que en estos países se padece mucho menos insomnio, tanto infantil como adulto. No como aquí, que todos tenemos problemas para dormir.-¿Tiene algo que ver la rapidez con que se vive con las alteraciones del sueño en la infancia?-Mucho, muchísimo. La prisa y los niños nunca han hecho buena pareja. Los niños necesitan otro ritmo y es fundamental ver que el suyo no es el nuestro. Ellos requieren espacio y tiempo, abrazos y esto está muy reñido con las ocupaciones de los padres, que van siempre a la carrera. Por eso se está pidiendo ahora los seis meses de baja maternal, para que las familias tengan más respiro.-¿Ve en su consulta muchos casos complicados debido al sueño?-Algunos terribles, sí. Por ejemplo, el de una niña adoptada, asiática, al que le aplicaron el método de dejarla sola y a oscuras para que 'aprendiera' a dormir. La pequeña perdió el habla durante seis meses, del terror que debía pasar por las noches, en otro país, con padres nuevos. Esto no hubiera pasado si hubieran dormido con ella. Los niños saben dormir, no hay que enseñarles. De hecho, ya lo hacen en el seno materno. Lo que no hacen es dormir cuando y dónde les interesa a los padres.-¿Cuál es el consejo que más le solicitan?-No hay uno concreto. Las familias lo único que quieren es que les digas que no hacen mal las cosas. Cuando se les dan unas pautas, las siguen bien. Se nota un gran interés, en los últimos años, por volver a una crianza más respetuosa. Es un movimiento global: más padres con los críos colgados del pecho, más concienciados por el buen trato. Esto no tiene por qué estar ligado a una vuelta al hogar de las mujeres.
Fuente: www.eldiariomantanes.es el 03.10.07 por Violeta Santiago
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